1º Domingo de Adviento
«Estad siempre despiertos»
Es uno de los subrayados que podemos hacer a la Palabra que se nos proclama en este primer domingo de Adviento.
Estad atentos. El mundo, la vida no se para aunque durmamos. Y podemos permanecer ajenos a ese mundo y a esa vida de la que Dios no ha querido desentenderse. Y podemos perdernos el paso, la presencia de Dios en aquellos a los que el mundo no mira ni, mucho menos, presta atención.
Quiero disculparme Señor.
No es que me haya dormido;
pero las ocupaciones y preocupaciones me desbordan,
y se llevan el tiempo de los que me importan;
también tu tiempo.
Gracias por tu “llamada”,
por esta invitación a parar,
a pasar un tiempo contigo.
Gracias por acercarte a mi vida.
¡Te espero con mucha ilusión y ganas!