DOMINGO 08 DE JUNIO «PASCUA 2025»

¡JESÚS RESUCITÓ!

¡ÉL VIVE HOY!

Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Palabra de Dios.

Oración

“Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Don en tus dones espléndido, luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo”. Cierto, Señor Jesús, hoy es el día del Espíritu de Dios, tu Espíritu, Tú mismo, que, aunque has ascendido al cielo con el Padre, sigues presente entre nosotros por medio de tu Espíritu, el Espíritu Santo. Eres luz que penetra las almas y fuente del mayor consuelo. Acudimos a ti con la confianza de que iluminas nuestra vida para que sigamos el buen camino que nos hace felices y nos aporta el mayor consuelo.

“Ven, dulce huésped del alma, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro”. Tú nos has dicho, Señor Jesús, “el que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él”. El Espíritu de Dios o Espíritu Santo se manifiesta en el amor. Por el amor, habita en nosotros. Es dulce huésped del alma que da calor y vida a nuestra existencia y a todo nuestro entorno.

“Ven, Espíritu de Amor, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, guía al que tuerce el sendero”. Señor Jesús, tú mismo nos dijiste “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos… hasta el confín de la tierra”. Conocemos bien nuestra debilidad, Señor; por eso necesitamos la fuerza de tu Espíritu que nos infunde el don de fortaleza. Ojalá invoquemos una y muchas veces el don de tu Espíritu.

“Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito, salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno”. Ayúdanos, Señor Jesús, a recordar los siete dones de tu Espíritu: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Y con tu ayuda, experimentaremos los frutos del Espíritu en nosotros: amor, alegría, paz, comprensión, amabilidad, bondad, lealtad, mansedumbre, dominio de sí. Así nos preparamos nosotros y toda la Iglesia para un nuevo Pentecostés.  

Amén.

ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS

PRUEBA DE ELLO...

Gabriel Moreno Cerezo

Gabriel es natural de Valluércanes un pueblo cerca de Pancorbo en la provincia de Burgos.

Es el pequeño de tres hermanos.

Fue ordenado sacerdote en el año 1992.

Su primer año de ministerio lo ejerció como Vicario Parroquial en la Parroquia de San Pedro Regalado en Aranda de Duero.

En una primera etapa estuvo destinado como párroco en Castrillo de la Vega y pueblos cercanos como: Berlangas de Roa, Hoyales de Roa y Fuentecén.

Después pasó a ser párroco de Gumiel de Izán y alrededores como: Quintana del Pidio, Bahabón de Esgueva, Oquillas, Tubilla del Lago, Valdeande, Villanueva de Gumiel y Villalbilla de Gumiel.

Actualmente es el párroco de nuestra Iglesia de San Pedro de la Fuente desde hace nueve años.

Desde el año 2022 es el representante de Cáritas en el Arciprestazgo de Burgos-Vena y en el 2023 fue nombrado Arcipreste del mismo Arciprestazgo.

En este tiempo de Pascua en el que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?

Por supuesto que sí; es el que vive para darnos Vida.

¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación que tienes con Jesús o esa relación de Jesús contigo?

Trato de tenerlo presente durante toda la jornada, pero la relación se hace especialmente intensa en la celebración de la Eucaristía.

En tu opinión, ¿Cuáles pueden ser hoy buenos signos externos que muestren a los demás nuestra fe en que Jesús resucitó y vive?

El respeto, la tolerancia, la cercanía… etc. guiadas por la oración.

¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?

Nada. Acostumbro a pedir en mi oración que Jesús se haga el encontradizo con todas las personas que aún no han tenido la suerte de conocerle.