II DOMINGO DE PASCUA -2023-
¡JESÚS RESUCITÓ!
¡ÉL VIVE HOY!
Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 19-31
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Palabra de Dios.
ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS
PRUEBA DE ELLO...
Francisco Javier Pérez Illera
Javier es un sacerdote, de 48 años.
Ejerció su ministerio durante 15 años en nuestra parroquia de San Pedro de la Fuente del 2000 al 2015.
Después en Salas de los Infantes 7 años.
Actualmente es Rector del Seminario de San José.


En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?
No puedo dudar de que Jesús está vivo porque he experimentado su amor hacia mí. No tiene en cuenta mis defectos ni si le he traicionado en tantas ocasiones, al contrario, me ama incondicionalmente. No he conocido una misericordia y un amor como el suyo. Esto es algo tan grande que te supera y no puedes dejar de agradecerlo. Por eso Jesús desde entonces es el centro de mi vida.
¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?
Como Jesús está en el centro de mi vida intento que esto sea real en mi comportamiento. Por eso le dedico varios momentos a lo largo del día con el rezo de la liturgia de las horas (es orar por la mañana –laudes-, tarde –vísperas- y noche –completas- con los mismos salmos que recitó Jesús y otras oraciones) y sobre todo con la celebración de la Eucaristía. Cuanto más cuido esta relación con Jesús más capacidad tengo de parecerme a Él y de descubrirle en los demás.
¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?
En mi caso puedo afirmar que si no tuviera fe en Jesús no sería sacerdote. Después de experimentar su amor y misericordia he sentido su llamada a seguirle en la misión sacerdotal y le he respondido que sí. Este seguimiento lleva consigo estar siempre disponible sin mirar por uno mismo y vivir en consecuencia el estilo de vida del mismo Jesús.
¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?
Le diría que haga un esfuerzo por pararse a pensar en silencio sobre la maravilla de la creación, la naturaleza, la persona humana… Después que trate de buscar a Dios en aquel grupo de personas que vivan con coherencia su fe y experimente con ellos un encuentro con Jesús. Que sea valiente y no tenga miedo. La felicidad que va a sentir es lo más grande que haya vivido jamás.
SÁBADO 15 DE ABRIL -PASCUA 2023-
¡JESÚS RESUCITÓ!
¡ÉL VIVE HOY!
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 16, 9-15
Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando.
Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron.
Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando al campo.
También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron.
Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.
Y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».
Palabra de Dios.
ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS
PRUEBA DE ELLO...
Cristina Fernández Rodríguez
En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?
Si observo a mi alrededor no hay lugar donde no esté Él, es la luz que ilumina todo o que me rodea, miro a mi familia, a mis amigos, a la gente que me rodea, a mis alumnos… toda mi vida, y sé que Él está ahí, Él es mi camino.
¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?
Un día una de mis hijas me preguntó si yo me había sentido sola alguna vez y la respuesta fue: No, nunca. Y creo que es porque siento a Jesús siempre cerca de mí; su presencia es tan fuerte que lo llena todo. Tanto en los momentos felices como en las dificultades Él es la luz que me guía, la mano que me lleva, es la música de mi vida.
¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?
Yo creo que me da equilibrio, sobre todo cuando las cosas no salen como yo pretendo, cuando surgen dificultades. Yo soy fuerte porque Él es mi fortaleza. A su lado siento que soy mejor persona. Él saca lo mejor de mí.
¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?
Yo soy como soy porque creo. El que no cree esta verdad es porque no la entiende realmente. Cuando lo entiendes, tu vida cambia por completo. Pero para poder entender hay que confiar y acercarse. Es difícil hoy esto porque vivimos en un mundo muy desconfiado que no cree en los demás, que solo cree en sí mismo. Creer en Jesús es un acto de amor y hay que atreverse a amar y abrazar esa verdad.
VIERNES 14 DE ABRIL -PASCUA 2023-
¡JESÚS RESUCITÓ!
¡ÉL VIVE HOY!
Lectura del santo Evangelio según San Juan 21, 1-14
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice:
«Me voy a pescar».
Ellos contestan:
«Vamos también nosotros contigo».
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice:
«Muchachos, ¿tenéis pescado?».
Ellos contestaron:
«No».
Él les dice:
«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».
La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:
«Es el Señor».
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice:
«Traed de los peces que acabáis de coger».
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice:
«Vamos, almorzad».
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Palabra de Dios.
ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS
PRUEBA DE ELLO...
Ramón Ortega y Lucia Peanilla
Lucia y Ramón llevan casados desde hace 45 años.
Viven en el Barrio de San Pedro de la Fuente en Burgos desde 1978 y son padres de 4 hijos.
Vinculados a la parroquia del mismo nombre.
Lucia ahora como feligresa pero durante veintiocho años fue catequista compartiendo su fe con los más pequeños.
Ramón forma parte del Consejo Pastoral Parroquial desde hace 26 años y del Equipo de Liturgia desde 2011. También ocupa el cargo de Maestro de Ceremonias de la Cofradía de la Oración en el Huerto desde 1985.
En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, decidnos si Jesús es para vosotros alguien con el que vivís y os relacionáis con él. ¿Quién es Jesús para vosotros?
Jesús es nuestro amigo. Es esa persona que sabemos que siempre está a nuestro lado, que nos mira con amor y en él que podemos siempre confiar.
¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en vuestra vida?
Nuestra relación con Él se manifiesta en cualquier momento de nuestro día a día: en casa, en el supermercado, en la calle, en el trato con nuestros hijos y nietos… Él es el que nos guía en nuestro matrimonio, nos da luz y nos da el ánimo necesario para continuar en este proyecto de vida. A través de la oración también le tenemos presente contándole nuestras alegrías, penas o decepciones.
¿Qué consecuencias tiene en vuestra vida esta fe o creencia en Jesús que vive?
Cuando flaqueamos por algo gracias a la fe que le procesamos sabemos que está ahí, que gracias a su apoyo y amor incondicional no nos va a abandonar.
¿Qué le diríais a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?
Le invitaríamos a reflexionar sobre sus creencias sin presionar. Le diríamos que Dios siempre está con él aunque no se dé cuenta. Él es ese amigo que nunca le fallará, que no pierde nada en darle una oportunidad.
JUEVES 13 DE ABRIL -PASCUA 2023-
¡JESÚS RESUCITÓ!
¡ÉL VIVE HOY!
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 35-48
En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu.
Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y les dijo:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
Palabra de Dios.
ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS
PRUEBA DE ELLO...
Guillermo Pérez Rubio
En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?
Para mi Jesús es esa persona que conoce la intimidad de mi corazón y que, a pesar de ser Dios, se ha acercado a mí, me ha llamado, me ha buscado desde siempre para darme vida, para caminar conmigo, para levantarme, para salvarme del pecado y de la muerte, para llevarme al Padre, para darme alegría y esperanza. En definitiva, Jesús es el que llena mi vida de plenitud y sentido.
¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?
En cada momento de cada día, aunque no siempre sea consciente. Desde que me levanto cada mañana trato de cuidar esa relación con Jesús. Al despertarme, mientras hago la señal de la cruz, digo la frase: “Al despertarme Señor, me saciaré de tu semblante”. Posteriormente busco un rato de oración personal con Él en su presencia frente al sagrario. Así junto con la Eucaristía trato de unirme a Jesús ofreciendo mi vida en el altar: intenciones, personas, problemas, alegrías… para que Él las transforme.
¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?
Creer en Jesucristo, creer que vive, que camina conmigo, me hace vivir con una mayor paz, alegría y esperanza. Me hace ser consciente de que no todo depende de mí, sino que hay muchas cosas que se las tengo que entregar a Él. Me hace salir al encuentro de los demás para que otros también puedan llegar a encontrarse con el Viviente, Jesucristo, para tener VIDA en mayúsculas.
¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?
En primer lugar, lo acogería porque en nuestra vida hay situaciones en que nos cuesta creer, somos débiles, y la fe es un don Dios. En segundo lugar, le invitaría a que empezara su relación con Jesús diciéndole: Señor, no creo, pero me gustaría creer que vives, que me quieres, que quieres estar conmigo, acompañarme en mi vida para llevarla a plenitud. Ayúdame, Jesús. Si permites con tu libertad que Jesús entre en tu vida, Él entrará y te RESUCITARÁ.
MIÉRCOLES 12 DE ABRIL -PASCUA 2023-
¡JESÚS RESUCITÓ!
¡ÉL VIVE HOY!
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 13-35
Aquel mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos setenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo:
«¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:
«¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado estos días?».
Él les dijo:
«¿Qué».
Ellos le contestaron:
«Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana la sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces él les dijo:
«¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria».
Y, comenzado por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.
Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:
«Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.
Y se dijeron el uno al otro:
«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».
Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
«Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra de Dios.
ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS
PRUEBA DE ELLO...
Paula Mena González
Paula tiene 26 años.
Ha estudiado el grado de Administración y Finanzas y actualmente trabaja en un centro de formación como administrativa.
Pertenece a la parroquia de San Juan Evangelista donde es catequista, miembro del coro y del consejo parroquial.
Fuera de la parroquia también forma parte de la Comisión de Jóvenes del Arciprestazgo de Gamonal. Además de ser miembro de la coordinación de jóvenes de la Delegación de Juventud y miembro del coro diocesano PEDAL.
En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?
Para mi Jesús no es un personaje del pasado, es alguien vivo y presente. Siempre me he sentido atraída por su forma de vivir, su persona: el trato con los pecadores, con los enfermos, con su madre, con los apóstoles, con las mujeres…
¿Como no querer al que ha dado la vida por nosotros?
En los momentos de desanimo o cuando tengo que tomar una decisión busco en silencio su presencia en la oración o en la misa, aunque es verdad que muchas veces me cuesta sacar tiempo para estar con Él.
¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?
Se manifiesta en las oraciones que comparto con otros jóvenes de mi edad. En la eucaristía de los domingos, en el compromiso con los niños de catequesis, en los momentos de dolor… Aunque es verdad que, en mi grupo de amigos de la parroquia, en mi ambiente me sale con más naturalidad comentar asuntos de fe y con otros me cuesta un poco más compartir mi fe.
¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?
Hablo con el cómo con un amigo y encuentro algunas respuestas a mis inquietudes. Con Jesús tengo la certeza de que él nos ha abierto al futuro con su resurrección.
¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?
Es difícil entender la entrega de tantos misioneros, catequistas, sacerdotes, padres, laicos en sus tareas, trabajos y quehaceres diarios si no estuviera por debajo la fe en Jesús.
¿Qué mueve a un misionero a salir de su tierra o a un catequista a dedicarse por entero a la formación cristiana a los niños si no es la fe, la certeza de que Jesucristo está vivo y nos ama?
MARTES 11 DE ABRIL -PASCUA 2023-
¡JESÚS RESUCITÓ!
¡ÉL VIVE HOY!
Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 11-18
En aquel tiempo, estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice.
«¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, ande, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».
Palabra de Dios.
ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS
PRUEBA DE ELLO...
Juana González Velasco
Juana es Hija de la Caridad desde hace 53 años.
En la Comunidad de Rosalía Rendú, enclavada en el Barrio de San Pedro de la Fuente en Burgos lleva desde el año 2016.
Actualmente está vinculada a la parroquia del mismo nombre; como integrante del Consejo Pastoral Parroquial desde 2021 y es voluntaria de Cáritas Parroquial desde hace seis años.
En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?
Jesús es mi padre es mi modelo es mi amigo, es Amor, es Perdón es mi Salvador. Jesús vive en mí y me relaciono con Él a través de la oración. Él me da la Vida es mi Redentor. Es la persona más importante y me da sentido a la vida.
¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?
Se manifiesta en mi cuando comparto atiendo y Amo a los más necesitados. Dios me da continuamente sus regalos porque sé que me Ama. Es el centro de mi vida, me ofrece: Paz, Fortaleza, Felicidad. Mi relación diaria con Él es mi vida de encuentro y oración.
¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?
Jesús me dice “nadie tiene Amor tan grande que el que da la vida por sus amigos”. Lo que os mando es que os améis. La consecuencia fundamental es importante para mí porque mediante sus Enseñanzas, sus Esperanzas, su Paz, su Ejemplo me ayudan a cambiar la vida y afrontar las dificultades y a seguir adelante con la Fe en mi caminar diario. Jesús se acerca a mí por amor y me comunica Vida, Alegría y Fidelidad.
¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?
Le diría que está bien siempre y cuando sea su propia convicción y la siga de manera fiel y honesta. Le invitaría a reflexionar, en cómo es ese Dios en que él cree. Intentaría motivarle con amor, no con motivaciones o expectativas, respetándole. No discutiría sus creencias y sobre todo procuraría darle ejemplo de que Dios me Ama a través de mi testimonio y le tendría presente en mi Oración diaria.
LUNES 10 DE ABRIL -PASCUA 2023-
¡JESÚS RESUCITÓ!
¡ÉL VIVE HOY!
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 28, 8-15
En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; llenas de miedo y de alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos.
De pronto, Jesús salió al encuentro y les dijo:
«Alegraos».
Ellas se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante él.
Jesús les dijo:
«No temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán».
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles:
«Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernados, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros».
Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.
Palabra de Dios.
ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS
PRUEBA DE ELLO...
Susana González Berezo
En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?
En principio diría que Jesús es mi hermano, ya que compartimos a Dios Padre y a María su madre; que nos la donó en la Cruz.
Pero mi relación con Él va más allá: ¡¡¡JESÚS ES MI AMIGO!!!
¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?
En muchos y pequeños momentos que se hacen habituales en mi día a día: oración diaria, lectura del Evangelio, bendición de la mesa, Eucaristía, reuniones de la Asociación de la Medalla Milagrosa de las Hijas de la Caridad, las catequesis con los niños de la Parroquia, colaborando con “Amigos de Orar” de los Carmelitas, haciendo voluntariado en Cáritas con niños…
Todo esto se manifiesta en mi vida mirando a mi alrededor con ojos de fe: una simple Margarita me hace pensar en la maravillosa creación de Dios, un vagabundo en una obra de misericordia…
¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?
Que Cristo esté vivo es lo que da sentido a mi vida: en medio de un mundo cada vez más deshumanizado y lleno de prisas; yo tengo paz, estoy alegre y sobre todo tengo esperanza, además nunca camino sola porque soy muy consciente de mi ángel de la guarda.
Me gustaría subrayar JESÚS VIVE, los cofrades rezamos los viernes de Cuaresma el Vía Crucis, pero también oramos el Vía Lucis en Resurrección, eso es: Jesús es luz para nosotros.
¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?
Que soy muy afortunada con esta verdad de fe porque la muerte no es el fin y por ello la palabra “esperanza” cobra un sentido especial para nosotros los cristianos. Dicho con un respeto absoluto por sus creencias e invitándole a cualquier acto de Semana Santa (que son muchos y emocionantes) estando entre nosotros.
¡ALEGRAOS! ¡HA RESUCITADO!
¡CRISTO RESUCITÓ!
y
SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS
El Papa Francisco, después del Sínodo dedicado a los jóvenes en el 2018, escribió la Exhortación Apostólica “VIVE CRISTO, ESPERANZA NUESTRA”.
Son las dos palabras con las que comienza esta carta.
Y dice en el nº 1-2: “Las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: Cristo vive y te quiere vivo.
Él está en ti, Él está contigo y nunca se va. Cuando te sientas tocado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza”.
Es la verdad fundamental de nuestra fe.
Así lo dice San Pablo: “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también nuestra fe… Pero Cristo ha resucitado de entre los muertos. (1 Cor 15, 14.20).
Siendo verdad que Cristo ha resucitado, nuestra fe cristiana se fundamenta en la victoria de la vida sobre la muerte, del bien sobre el mal, del amor sobre el odio, de la paz sobre la violencia, del gozo y la esperanza sobre la tristeza y la desesperación.
¡Aleluya!
Porque Cristo ha resucitado, para que también nosotros resucitemos a la luz de la vida.
Esta semana de Pascua queremos hacerte partícipe de la alegría pascual.
Junto al evangelio del día, esta vez encontrarás el testimonio de unas personas que viven y comparten su vida de fe entre nosotros.
DOMINGO DE PASCUA -S. SANTA 2023-
Evangelio del día
Lectura Evangelio según san Juan 20, 1-9
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
Palabra de Dios.
Reflexión
María Magdalena se acercaba al sepulcro para verlo, para visitarlo al igual que nosotros visitamos los sepulcros tras la muerte reciente de un familiar, para recordarlo y revivir todos los momentos que pasamos junto a él.
¿Al igual que ella corro presurosa al encuentro con Jesús?
Echa la vista atrás y reconoce un momento de tu vida en el que pasaste por las tinieblas con mucho dolor y sufrimiento; pero pasaste y llegaste a la Vida: la Vida de la Resurrección.
¡JESÚS HA RESUCITADO!
¡FELIZ PASCUA PARA TODOS!
¡ÉL ESTA VIVO!
Oración
Señor Jesús resucitado, hoy celebramos el domingo de Pascua de resurrección.
Al amanecer del tercer día después de tu muerte, el primer día de la semana, las mujeres, entre ellas María Magdalena, fueron al sepulcro, y encontraron corrida la piedra de entrada.
Escucharon el mensaje: “No está aquí, ha resucitado”.
Después de comunicarlo a los apóstoles, Pedro y Juan comprobaron que el sepulcro estaba vacío. Y como dice el mismo San Juan: “Vio y creyó”.
¿Qué vio y qué creyó?
Esta es la pregunta que merece la pena responder en el evangelio de hoy. Vio los lienzos de tela que habían envuelto el cuerpo de Jesús. Y creyó que se había cumplido su palabra: que había de resucitar de entre los muertos. Y enseguida fueron testigos de su presencia como Resucitado.
Amor, alegría, paz… son frutos del Espíritu en el corazón de aquellos primeros testigos y de todos los que creemos en la verdad de Jesús Resucitado.
“Oh Dios, que en este día, vencida la muerte, nos has abierto las puertas de la eternidad por medio de tu Hijo; concede a quienes celebramos hoy la solemnidad de la resurrección del Señor Jesús, que, renovados por tu Espíritu, resucitemos a la luz de la vida”.
Amén.