3 Abril Calendario Cuaresma

Evangelio del día

Lectura Evangelio según san Juan 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos.
Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.
Jesús se incorporó y le preguntó:
«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».
Ella contestó:
«Ninguno, Señor».
Jesús dijo:
«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

Palabra de Dios.

Reflexión

A veces nos creemos que no tenemos pecados y eso nos da la autoridad (fariseos y escribas) para opinar o juzgar a quien queramos, porque nos sentimos como «QUE SOMOS LA LEY» y lo que sabemos y decimos es verdad absoluta; juzgamos a los demás pero a nosotros mismos no, «Porque nos sentimos perfectos, solo nuestros puntos de vista, nuestras opiniones, el círculo que hemos creado, y todo lo que creemos es LEY»

¿Soy de los creen que hemos sido elegidos por Dios con toda la LEY, para juzgar, acusar, señalar a los demás?, cuando alguien me muestra que estoy equivocado o que el punto de vista desde el cual estoy opinando es incorrecto, ¿Soy humilde para analizar y ver si estoy en lo correcto o no? o ¿Insisto en forzar para que se diga, pese a mi error, que yo tengo la razón?, ¿Entiendo que ante mis faltas, mis errores, mis equivocaciones, mis tentaciones, mis debilidades, el Señor entiende mi humanidad y el me dice te perdono, no te condeno, aprende y no lo vuelvas a hacer, y sigue adelante?

Oración

Dios mío, mi Señor, en muchas ocasiones me siento con autoridad e intentó tomar tu lugar, me siento como el elegido, inmune, y empiezo a juzgar, criticar, señalar, condenar a quien yo quiera, perdóname esta falta, perdóname por esa actitud de querer tomar tu lugar, ayúdame a ser humilde y dejar todo en manos tuyas, y no tomar un lugar que no me corresponde, que salga de mi esa soberbia, esa insistencia de forzar y de querer mostrar a los demás que soy la verdad absoluta, cuando no lo soy, ni lo seré. Tu humildad y amor es enorme y siempre nos miras con misericordia, nos levantas y nos llevas adelante con amor.

Amén.