7 de Marzo CUARESMA 2023

Evangelio del día

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.
Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra de Dios.

Reflexión

¿Qué tal si comenzamos por no exigir más de lo que estamos dispuestos a dar?

¿Por ser coherentes, haciendo que nuestra vida refleje nuestras palabras?

¿Qué tal si cambiamos la forma de competir y nos esforzamos en ser los primeros a la hora de amar y servir?

A todos nos gusta ser el centro de atención, ser el protagonista de todo lo que nos sucede.

Con frecuencia se nos olvida que debemos ser humildes; dejando la soberbia a un lado.

Entrenémonos en nuestra vida tomando los últimos lugares, dándole el lugar de honor en nuestra vida a Cristo y sirviendo con alegría a los demás.

Oración

Señor Jesús, tu evangelio siempre interpela nuestra vida, de manera especial en el día de hoy, para que no seamos falsos, que decimos una cosa y hacemos otra; para que no seamos hipócritas, que queremos aparentar lo que no somos; para que no busquemos ser los primeros y estar por encima de los demás.

Tú siempre apuestas por la verdad, por la humildad y por el servicio a los demás. Tú eres nuestro único Maestro, nuestro único Señor.

A la luz de tu ejemplo, el que quiera ser primero entre nosotros “ha de ser el último de todos y el servidor de los demás”.

Porque “el que se enaltece, será humillado, y el que se humilla, será enaltecido”.  

Gracias, Jesús, por esta enseñanza tan importante de tu evangelio.

Además, nos lo has enseñado primero con tu propia vida.

Ayúdame, Señor, a ser humilde, a ser servidor de los demás.

Amén.