¡CUENTA CONMIGO!
Hágase
Transitar por el camino del Adviento, con decisión y compromiso, hace lógico que tropecemos con quienes forman parte de ese camino.
Este segundo domingo de adviento, coincidente con la fiesta de la Inmaculada, nos topamos con la figura de la Virgen. Ella esperó y preparó mejor que nadie la llegada del Hijo de Dios al mundo.
Escuchamos en el evangelio de hoy su “cuenta conmigo“ a los planes de Dios: “¡Hágase en mi según tú palabra!”.
Dios le hace protagonista de su historia de salvación y, hoy, a nosotros peregrinos de esperanza, que transitamos por el camino del adviento, también quiere hacernos protagonistas de su historia de salvación. Que no es otra que nuestra historia de salvación en la medida que asumamos el protagonismo que Él nos ofrece.
Planteémonos cuál va a ser nuestra respuesta. Podemos sumarnos al “cuenta conmigo” de María Inmaculada o añadir alguna escusa más al relato de los convidados a la boda que rechazaron la invitación.
Hoy, gran fiesta de la Inmaculada, nos dirigimos a ti, Virgen María, con la confianza que nos da el saber que somos hijos de Dios y, por tanto, también hijos tuyos.
Queremos presentarte nuestras necesidades, nuestras inquietudes y nuestros deseos hechos oración.
Nadie mejor que tú para enseñarnos a vivir el Adviento, a preparar y esperar la venida de tu Hijo Jesús.
Qué bien suenan en tus labios estas palabras de San Pablo en la segunda lectura: “Testigo me es Dios del amor entrañable con que os quiero en Cristo Jesús. Y esta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más”.
Enséñanos a amar, a esperar, a creer.
“Porque para Dios nada hay imposible”. Enséñanos a acoger la palabra de tu Hijo Jesús que tanto bien nos hace.
Así podremos decir contigo: “Hágase en mí según tu palabra”.
Amén.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:
- ¿Creo de verdad que la Virgen María concibió en su vientre y dio a luz a su Hijo Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo?
- El dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María fue definido por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Las Apariciones de Lourdes acontecieron el 11 de febrero de 1958, con el mensaje: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. ¿Crees que pueden tener alguna relación, más que temporal, estos dos acontecimientos?
- Celebrar la gran Fiesta de María Inmaculada ¿qué consecuencias ha de tener en nuestra vida cristiana? ¿en qué se ha de manifestar?
Me ha encantado.gracias.
Gracias a ti por leernos.