Lecturas y Homilia
En la homilía D. Domi tras ensalzar durante su discurso la figura del sacerdote como un regalo que Dios nos hace; ha querido dirigir a todos los feligreses dos palabras que él utiliza todos los días desde que era niño, para que nos sirvan como agradecimiento desde lo más profundo de su corazón:
¡Perdón!
¡Hay que pedir perdón!
Y no me importa decirlo: “Yo como sacerdote también soy humano y peco.”
¡Gracias!
¡Querida comunidad!:
“Os he querido y os seguiré queriendo unidos en la oración, en la amistad y sobre todo en el amor.”