TRABAJAR POR UN SUEÑO

Soñar despiertos conscientes de que muchos sueños hay que construirlos y precisan de trabajo, esfuerzo y entrega.

Conscientes de que, por transitar por el terreno de los sueños, son realidades difíciles. Difícil ver  pacer al león con el ternero o a la vaca junto al oso. ¿Más difícil que Rusia y Ucrania se sienten a hablar?

Dificultad que invita a hacer nuestra la llamada del Bautista a la conversión. Sí, hay que cambiar. Y cambiar, no vamos a engañarnos, nos cuesta.

Paz, acogida, justicia, servicio, misericordia…; son palabras que resuenan en la Palabra de este domingo segundo de adviento. Realidades, todas ellas, que hacen más expedito el camino al amor, a Dios… que es Amor.

Señor, hoy me he parado frente al espejo.

He visto las postillas de mis raspones y heridas, mis chichones y la suciedad de mis caídas.

Las he visto reflejadas también en aquellos que están a mi lado.

Y he querido darme cuenta de las realidades de mi vida que resultan hirientes y hacen daño.

Solicito tu ayuda para allanar mi trato con los demás, rellenar los silencios violentos, rebajar el tono de mis palabras, enderezar mis comportamientos hirientes…

¡Ayúdame Señor!