CIRCULO DEL SILENCIO MARZO 2025

En este año jubilar de la esperanza, en el que nos encontramos,  queremos enmarcar este veterano encuentro del “Círculo de silencio” que hoy cumple su 112 aniversario. Como en ocasiones anteriores, nos hemos acercado desde el Seminario de San José para unirnos de nuevo a este silencio que clama justicia y voz para aquellos que no la tienen. A ello nos animan los Papas y la doctrina social de la iglesia.

Como sabemos el Santo Padre, el Papa Francisco, por el que  aprovechamos para acordarnos de él en estos momentos de dificultad y enfermedad, insiste en que sólo existe una manera de mirar al hermano de arriba a abajo, y es únicamente para tenderle nuestra mano, especialmente a quien se encuentra vulnerable en un mundo embriagado de bienestar y que olvida esa masa que grita silenciosamente en las fronteras de nuestra indiferencia.

No falta tampoco la actitud superficial de quienes componen con la esperanza “poesía fácil”. Incapaces de enfrentarse sinceramente a sus egoísmos y de decidirse por el bien al prójimo, limitando la esperanza a una ilusión, a un ensueño utópico. Esta falsa esperanza se transforma en una frívola voluntad, que a nada conduce.

La esperanza de hacerse concreta y como dice el Papa: “Para que la migración sea una decisión realmente libre, es necesario esforzarse por garantizar a todos una participación equitativa en el bien común, el respeto de los derechos fundamentales y el acceso al desarrollo humano integral.

Sólo así se podrá ofrecer a cada uno la posibilidad de vivir dignamente y realizarse personalmente y como familia”.

No seremos verdaderamente humanos hasta que no sepamos mirar y tender nuestras manos a nuestros hermanos de África, América, Asia… que claman esperanza, pero una esperanza con rostro, nuestros rostros.

Sirvan pues estas palabras de saludo y unión a este circulo de silencio y también para que contéis con nuestra oración.