MARTES SANTO -S. SANTA 2023-

Evangelio del día

Lectura del Santo Evangelio según san Juan 13, 21-33. 36-38

En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo:
«En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.
Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.
Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:
«Señor, ¿quién es?».
Le contestó Jesús:
«Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado».
Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:
«Lo que vas a hacer, hazlo pronto».
Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.
Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche.
Cuando salió, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros:
“Donde yo voy no podéis venir vosotros”».
Simón Pedro le dijo:
«Señor, ¿adónde vas?».
Jesús le respondió:
«Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde».
Pedro replicó:
«Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti».
Jesús le contestó:
«¿Conque darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces».

Palabra de Dios.

Reflexión

¿Por qué y para quién hago las cosas?

¿Estoy de verdad sirviendo a Dios o me estoy sirviendo a mí mismo?

“Uno de ustedes me va a entregar”, dice Jesús.

¿Con qué cosas y acontecimientos de mi vida estoy traicionando a Jesús?

Muchas veces preferimos nuestros propios caminos, nuestros propios métodos y metas.

Él nos llama amigos, nos ha llamado para seguirlo y acabamos traicionando su confianza.

Busquemos en estos días junto a Él, nuestra debilidad tantas veces abocada al fracaso y el pecado, creciendo más en el amor para que el Espíritu se fortalezca y podamos experimentar una Pascua maravillosa.

Oración

Señor Jesús, el evangelio de hoy nos sitúa ya en el marco de la última cena, en el ambiente previo a tu pasión y muerte.

Con toda la seriedad que el tema exige, anuncias a tus discípulos un hecho que se va a producir: “En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar”.

Los discípulos no llegan a entender. Y, a pesar de las pesquisas, “ninguno de los comensales entendió a qué se refería”.

A continuación, tú nos hablas de que “pronto vas a ser glorificado. Dios mismo te glorificará”.

Te refieres, claro está, al hecho de tu muerte, como paso necesario para entrar en la gloria de Dios Padre. Por eso le dices a Pedro: “Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde”. Y ante las palabras de valentía –“daré mi vida por ti”- le anuncias las tres negaciones antes que el gallo cante.

Señor Jesús, alienta mi esperanza, como paso de la muerte a la gloria.

Y enséñame a ser humilde para aprender constantemente de tu evangelio.

Amén.