IV Domingo de Pascua

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 14a. 36-41

El día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y declaró:
«Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías».
Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:
«¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»
Pedro les contestó:
«Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro».
Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo:
«Salvaos de esta generación perversa».
Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.

Salmo

El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R./

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R./

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R./

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R./

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 2, 20-25

Queridos hermanos:
Que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien,
eso es una gracia de parte de Dios.
Pues para esto habéis sido llamados,
porque también Cristo padeció por vosotros,
dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.
Él no cometió pecado
ni encontraron engaño en su boca.
Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban;
sufriendo no profería amenazas;
sino que se entregaba al que juzga rectamente.
Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño,
para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia.
Con sus heridas fuisteis curados.
Pues andabais errantes como ovejas,
pero ahora os habéis convertido
al pastor y guardián de vuestras almas.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 10 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

III Domingo de Pascua

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 14. 22-33

El día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y con toda solemnidad declaró:
«Judíos y vecinos todos de Jerusalén, enteraos bien y escuchad atentamente mis palabras.
A Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros mismos sabéis, a este, entregado conforme al plan que Dios tenía establecido y previsto, lo matasteis, clavándolo a una cruz por manos de hombres inicuos. Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte, por cuanto no era posible que esta lo retuviera bajo su dominio, pues David dice, refiriéndose a él:
“Veía siempre al Señor delante de mí, pues está a mi derecha para que no vacile.
Por eso se me alegró el corazón, exultó mi lengua, y hasta mi carne descansará esperanzada.
Porque no me abandonarás en el lugar de los muertos, ni dejarás que tu Santo experimente corrupción.
Me has enseñado senderos de vida, me saciarás de gozo con tu rostro”.
Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: el patriarca David murió y lo enterraron, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios “le había jurado con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo”, previéndolo, habló de la resurrección del Mesías cuando dijo que “no lo abandonará en el lugar de los muertos” y que “su carne no experimentará corrupción”. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Exaltado, pues, por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo».

Salmo

Señor, me enseñarás el sendero de la vida

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano. R/.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me abandonarás en la región de los muertos,
ni dejarás a tu fiel ver la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1, 17-21

Queridos hermanos:
Puesto que podéis llamar Padre al que juzga imparcialmente según las obras de cada uno, comportaos con temor durante el tiempo de vuestra peregrinación, pues ya sabéis que fuisteis liberados de vuestra conducta inútil, heredada de vuestros padres, pero no con algo corruptible, con oro o plata, sino con una sangre preciosa, como la de un cordero sin defecto y sin mancha, Cristo, previsto ya antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos por vosotros, que, por medio de él, creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y vuestra esperanza estén puestas en Dios.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 24, 13-35

Aquel mismo día (el primero de la semana), dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo:
«¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
Ellos se detuvieron con aire entristecido, Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:
«Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?».
Él les dijo:
«¿Qué?».
Ellos le contestaron:
«Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces él les dijo:
«¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?».
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.
Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:
«Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.
Pero él desapareció de su vista.
Y se dijeron el uno al otro:
«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».
Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
«Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Convivencia Confirmandos 2023

Con las Confirmaciones a la vuelta de la esquina, un año más un grupo de adolescentes del último curso acompañados de su catequista y su párroco Don Gabriel decidieron este sábado pasar una jornada de convivencia en Rabé de las Calzadas.

Por la mañana, con el recorrido del camino. Experiencia que sirvió a nuestros chicos y chicas para convivir, compartir anécdotas y practicar idiomas conociendo peregrinos al saludo de “Buen Camino”.

Concluida la etapa y con un tiempo de descanso de por medio; se acercaron a Jesús con un ratito de oración.

¿Somos ricos?

Nuestra vida está llena de actividades a las que damos prioridad, dejando siempre a Dios en último lugar esperando sacar tiempo para Él. 

Reflexionando cada uno de ellos en lo más valioso que tenían en sus vidas en ese momento (familia, amigos…) se dieron cuenta que solo poniendo de su parte alcanzarán el Reino de los Cielos.

Tras la comida, llegó el momento de buscar sus talentos.

¿Qué cualidades crees que tienes? ¿Y los demás cómo te ven?

Jesús nos enseña que Dios nos ha dado diferentes habilidades pero que a veces, tenemos una imagen de nosotros mismos que a simple vista no coincide con la opinión que tienen los demás.

Entre todos tenemos que ayudarnos a conocernos y saber qué papel desempeñamos dentro del grupo.

Pulsa la imagen y obtendrás una sorpresa.

Metidos de lleno en la dinámica y una vez descubiertas sus virtudes los adolescentes conocieron los dones del Espíritu Santo con una divertida gymkana.

Muchos globos, pruebas de ingenio, agua y carreras marcaron la diferencia.

Y así, en un visto y no visto la convivencia llegó a su fin, no sin antes recibir en compañía de sus padres la bendición del peregrino y la medalla de la Virgen Milagrosa; la cual con ayuda de su protección les deja preparados para la Confirmación.

El Espíritu Santo fortalece mi fe

Somos Comercio Justo

Comercio Justo

Es un comercio alternativo al convencional, con productos fabricados por trabajadores del tercer mundo; pero con un trabajo y salario digno, sin explotación infantil, por que respetan el medio ambiente, por ello y por más razones os invitamos a que conozcáis y compréis productos de Comercio Justo. 

Por ello el pasado domingo día 16 de Abril, voluntarios de Cáritas Parroquial de San Pedro de la Fuente junto con la ayuda de los jóvenes de la parroquia montaron en el exterior de la iglesia un puesto de información y venta de productos de Comercio Justo.

Con una recaudación de más de 345 €, dan gracias por la buena respuesta recibida a la venta de los productos.

También, durante el horario de catequesis se acercaron varios grupos de Comunión y Confirmación a los cuales se les explicó qué es Cáritas, se les sensibilizó y enseñó que es el Comercio Justo.

II DOMINGO DE PASCUA -2023-

¡JESÚS RESUCITÓ!

¡ÉL VIVE HOY!

Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 19-31

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Palabra de Dios.

ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS

PRUEBA DE ELLO...

Francisco Javier Pérez Illera

Javier es un sacerdote, de 48 años.

Ejerció su ministerio durante 15 años en nuestra parroquia de San Pedro de la Fuente del 2000 al 2015.

Después en Salas de los Infantes 7 años.

Actualmente es Rector del Seminario de San José.

En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?

No puedo dudar de que Jesús está vivo porque he experimentado su amor hacia mí. No tiene en cuenta mis defectos ni si le he traicionado en tantas ocasiones, al contrario, me ama incondicionalmente. No he conocido una misericordia y un amor como el suyo. Esto es algo tan grande que te supera y no puedes dejar de agradecerlo. Por eso Jesús desde entonces es el centro de mi vida.

¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?

Como Jesús está en el centro de mi vida intento que esto sea real en mi comportamiento. Por eso le dedico varios momentos a lo largo del día con el rezo de la liturgia de las horas (es orar por la mañana –laudes-, tarde –vísperas- y noche –completas- con los mismos salmos que recitó Jesús y otras oraciones) y sobre todo con la celebración de la Eucaristía. Cuanto más cuido esta relación con Jesús más capacidad tengo de parecerme a Él y de descubrirle en los demás.

¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?

En mi caso puedo afirmar que si no tuviera fe en Jesús no sería sacerdote. Después de experimentar su amor y misericordia he sentido su llamada a seguirle en la misión sacerdotal y le he respondido que sí. Este seguimiento lleva consigo estar siempre disponible sin mirar por uno mismo y vivir en consecuencia el estilo de vida del mismo Jesús.

¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?

Le diría que haga un esfuerzo por pararse a pensar en silencio sobre la maravilla de la creación, la naturaleza, la persona humana… Después que trate de buscar a Dios en aquel grupo de personas que vivan con coherencia su fe y experimente con ellos un encuentro con Jesús. Que sea valiente y no tenga miedo. La felicidad que va a sentir es lo más grande que haya vivido jamás.

II Domingo de Pascua

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 42-47

Los hermanos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.
Todo el mundo estaba impresionado, y los apóstoles hacían muchos prodigios y signos. Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno.
Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvando.

Salmo

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia

Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R/.

Empujaban y empujaban para derribarme,
pero el Señor me ayudó;
el Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mi salvación.
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos. R/.

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día que hizo el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1, 3-9

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesucristo, que, por su gran misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado para una esperanza viva; para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible, reservada en el cielo a vosotros, que, mediante la fe, estáis protegidos con la fuerza de Dios; para una salvación dispuesta a revelarse en el momento final.
Por ello os alegráis, aunque ahora sea preciso padecer un Poco en pruebas diversas; así la autenticidad de vuestra fe, má preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable y radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19-31

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

SÁBADO 15 DE ABRIL -PASCUA 2023-

¡JESÚS RESUCITÓ!

¡ÉL VIVE HOY!

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 16, 9-15

Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando.
Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron.
Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando al campo.
También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron.
Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.
Y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».

Palabra de Dios.

ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS

PRUEBA DE ELLO...

Cristina Fernández Rodríguez

Cristina está casada y tiene dos hijas de 22 y 18 años.

Está vinculada a nuestra parroquia de San Pedro de la Fuente como catequista de niños de Comunión.

En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?

Si observo a mi alrededor no hay lugar donde no esté Él, es la luz que ilumina todo o que me rodea, miro a mi familia, a mis amigos, a la gente que me rodea, a mis alumnos… toda mi vida, y sé que Él está ahí, Él es mi camino.

¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?

Un día una de mis hijas me preguntó si yo me había sentido sola alguna vez y la respuesta fue: No, nunca. Y creo que es porque siento a Jesús siempre cerca de mí; su presencia es tan fuerte que lo llena todo.  Tanto en los momentos felices como en las dificultades Él es la luz que me guía, la mano que me lleva, es la música de mi vida.

¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?

Yo creo que me da equilibrio, sobre todo cuando las cosas no salen como yo pretendo, cuando surgen dificultades. Yo soy fuerte porque Él es mi fortaleza. A su lado siento que soy mejor persona. Él saca lo mejor de mí.

¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?

Yo soy como soy porque creo. El que no cree esta verdad es porque no la entiende realmente. Cuando lo entiendes, tu vida cambia por completo. Pero para poder entender hay que confiar y acercarse. Es difícil hoy esto porque vivimos en un mundo muy desconfiado que no cree en los demás, que solo cree en sí mismo. Creer en Jesús es un acto de amor y hay que atreverse a amar y abrazar esa verdad.

VIERNES 14 DE ABRIL -PASCUA 2023-

¡JESÚS RESUCITÓ!

¡ÉL VIVE HOY!

Lectura del santo Evangelio según San Juan 21, 1-14

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice:
«Me voy a pescar».
Ellos contestan:
«Vamos también nosotros contigo».
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice:
«Muchachos, ¿tenéis pescado?».
Ellos contestaron:
«No».
Él les dice:
«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».
La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:
«Es el Señor».
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice:
«Traed de los peces que acabáis de coger».
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice:
«Vamos, almorzad».
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Palabra de Dios.

ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS

PRUEBA DE ELLO...

Ramón Ortega y Lucia Peanilla

Lucia y Ramón llevan casados desde hace 45 años.

Viven en el Barrio de San Pedro de la Fuente en Burgos desde 1978 y son padres de 4 hijos.

Vinculados a la parroquia del mismo nombre.

Lucia ahora como feligresa pero durante veintiocho años fue catequista compartiendo su fe con los más pequeños.

Ramón forma parte del Consejo Pastoral Parroquial desde hace 26 años y del Equipo de Liturgia desde 2011. También ocupa el cargo de Maestro de Ceremonias de la Cofradía de la Oración en el Huerto desde 1985.

En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, decidnos si Jesús es para vosotros alguien con el que vivís y os relacionáis con él. ¿Quién es Jesús para vosotros?

Jesús es nuestro amigo. Es esa persona que sabemos que siempre está a nuestro lado, que nos mira con amor y en él que podemos siempre confiar.

¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en vuestra vida?

Nuestra relación con Él se manifiesta en cualquier momento de nuestro día a día: en casa, en el supermercado, en la calle, en el trato con nuestros hijos y nietos… Él es el que nos guía en nuestro matrimonio, nos da luz y nos da el ánimo necesario para continuar en este proyecto de vida. A través de la oración también le tenemos presente contándole nuestras alegrías, penas o decepciones.

¿Qué consecuencias tiene en vuestra vida esta fe o creencia en Jesús que vive?

Cuando flaqueamos por algo gracias a la fe que le procesamos sabemos que está ahí, que gracias a su apoyo y amor incondicional no nos va a abandonar.

¿Qué le diríais a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?

Le invitaríamos a reflexionar sobre sus creencias sin presionar. Le diríamos que Dios siempre está con él aunque no se dé cuenta. Él es ese amigo que nunca le fallará, que no pierde nada en darle una oportunidad.

SILENCIO Y SOLEMNIDAD

La Semana Santa terminó y ahora toca disfrutar de la alegría de la Pascua.

Nuestra cofradía de la Oración en el Huerto ha hecho que un año más vivamos estos días de forma especial.

A continuación, podrás observar un pequeño reportaje fotográfico de su participación en las diferentes procesiones acompañando a las distintas cofradías de la ciudad.

¡JESUS RESUCITÓ Y ESTÁ VIVO ENTRE NOSOTROS!

JUEVES 13 DE ABRIL -PASCUA 2023-

¡JESÚS RESUCITÓ!

¡ÉL VIVE HOY!

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 35-48

En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu.
Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y les dijo:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».

Palabra de Dios.

ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS

PRUEBA DE ELLO...

Guillermo Pérez Rubio

Guillermo tiene 32 años y es seminarista de la parroquia de San José Obrero de Burgos.

Actualmente está ayudando en la parroquia de la Sagrada Familia.

Estudia 5º de Teología.

Espera poder ordenarse de diácono este año.

En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?

Para mi Jesús es esa persona que conoce la intimidad de mi corazón y que, a pesar de ser Dios, se ha acercado a mí, me ha llamado, me ha buscado desde siempre para darme vida, para caminar conmigo, para levantarme, para salvarme del pecado y de la muerte, para llevarme al Padre, para darme alegría y esperanza. En definitiva, Jesús es el que llena mi vida de plenitud y sentido.

¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?

En cada momento de cada día, aunque no siempre sea consciente. Desde que me levanto cada mañana trato de cuidar esa relación con Jesús. Al despertarme, mientras hago la señal de la cruz, digo la frase: “Al despertarme Señor, me saciaré de tu semblante”. Posteriormente busco un rato de oración personal con Él en su presencia frente al sagrario. Así junto con la Eucaristía trato de unirme a Jesús ofreciendo mi vida en el altar: intenciones, personas, problemas, alegrías… para que Él las transforme.

¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?

Creer en Jesucristo, creer que vive, que camina conmigo, me hace vivir con una mayor paz, alegría y esperanza. Me hace ser consciente de que no todo depende de mí, sino que hay muchas cosas que se las tengo que entregar a Él. Me hace salir al encuentro de los demás para que otros también puedan llegar a encontrarse con el Viviente, Jesucristo, para tener VIDA en mayúsculas.

¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?

En primer lugar, lo acogería porque en nuestra vida hay situaciones en que nos cuesta creer, somos débiles, y la fe es un don Dios. En segundo lugar, le invitaría a que empezara su relación con Jesús diciéndole: Señor, no creo, pero me gustaría creer que vives, que me quieres, que quieres estar conmigo, acompañarme en mi vida para llevarla a plenitud. Ayúdame, Jesús. Si permites con tu libertad que Jesús entre en tu vida, Él entrará y te RESUCITARÁ.