PROCESIÓN DEL «SANTO ENTIERRO» 2025

Desde la catedral de Burgos, como punto de partida y como fondo, en la tarde del Viernes Santo, hacia su salida la procesión del Santo Entierro con una hora y media de retraso con el objetivo de sortear la lluvia.

Estrenando un recorrido nuevo, más dinámico con bellas panorámicas combinado con la amplitud de espacios de las pequeñas calles del casco viejo.

Durante el desfile como novedad este año se incorporó el canto de una «saeta castellana» interpretada por el tenor Josu Cabrero ante el paso del Santísimo Cristo de Burgos.

La procesión está organizada por la Junta de Semana Santa. En ella ademas, participan representaciones eclesiásticas y civiles, miembros de las cofradías y hermandades penitenciales de la ciudad, con sus respectivas formaciones musicales. Banda "Ciudad de Burgos" y "Ministriles de la Vieja Castilla.'

ITINERARIO: c/ Santa Águeda, c/ Nuño Rasura, plaza Rey San Fernando, Arco de Santa María, Paseo de la Audiencia, Plaza Castilla, c/ Barrantes, c/ Eduardo Martínez del Campo y c/ Asunción de Nuestra Señora.

El paso de La oración en el Huerto perteneciente a nuestra cofradía del mismo nombre desde 1985; expuesta en la parroquia dentro de un arco en bajorrelieve que recoge las palabras de Jesús al aceptar su doloroso e inminente final en este mundo: “Padre, hágase tu voluntad” (Lucas 22, 42) pese a las condiciones meteorológicas; pudo abrir como cada año el recorrido por las calles de nuestra ciudad.

Durante la mañana del Miércoles Santo; varios cofrades estuvieron en la Iglesia montando la imagen en su carroza, acompañándola de luces y candelabros.

Asimismo, el Jueves Santo por la mañana la floristería Castilla se encargó de la decoración de la carroza dejándola terminada para procesionar.

Esta obra de Ildefonso Serra creada en Barcelona en 1901 por encargo de la Junta de Semana Santa de Burgos está compuesta por una imagen de cuerpo entero de Jesús orando y el Ángel consolador del Padre que le tiende el cáliz de la redención de los hombres, como reflejan las escrituras: “¡Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz!” (Lucas 22, 42).

El rostro contraído de la figura de Jesús, es un reflejo de su agonía al conocer la dolorosa muerte que le aguarda, el sufrimiento que sabe que va a padecer.