IV Domingo del Tiempo Ordinario

Primera lectura

Lectura del Libro del Deuteronomio

(18, 15-20)

Moisés habló al pueblo diciendo:
«El Señor, tu Dios, te suscitará de entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb el día de la asamblea: “No quiero volver a escuchar la voz del Señor mi Dios, ni quiero ver más ese gran fuego, para no morir”.
El Señor me respondió: “Está bien lo que han dicho. Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le mande. Yo mismo pediré cuentas a quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”».

Salmo

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.»

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios

(7, 32-35)

Hermanos:
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el no casado se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. También la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, de ser santa en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.
Os digo todo esto para vuestro bien; no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.

Evangelio del día

Lectura del SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

(1, 21-28)

En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.
Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

III Domingo del Tiempo Ordinario

Primera lectura

Lectura del Libro de Jonás

(3, 1-5.10)

El Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».

Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla.

Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».

Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.

Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.

Salmo

Señor, enséñame tus caminos.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios

(7, 29-31)

Digo esto, hermanos, que el momento es apremiante.

Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

Evangelio del día

Lectura del SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

(1,14-20)

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».

Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.

Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

¡Comprometidos a cuidar el planeta!

La Delegación diocesana de Infancia y Juventud ha convocado a adolescentes de la ciudad a participar en una «noche alternativa».

Acompañados del intenso frio burgalés; casi trescientos adolescentes de parroquias, colegios y movimientos han participado en el evento, desarrollado en el Seminario de San José.

A través de las pruebas de habilidad de una particular «yincana», los participantes han tenido la oportunidad de desvelar los mensajes que el papa Francisco traslada en su encíclica ‘Laudato Si’ sobre la importancia del cuidado del planeta y su compromiso en el cuidado de la Casa Común.

El grupo de adolescentes de nuestra parroquia participó también de este encuentro conociendo a otros chicos y chicas de su edad que viven la fe como ellos en sus respectivas comunidades.

La jornada también contó con un momento de oración y cena compartida.

Jornada de la Infancia Misionera 2024

Hoy 14 de Enero la Iglesia celebra la Jornada de la Infancia Misionera en España.

Este año esta campaña se presenta bajo el lema: «Comparto lo que soy».

¿Quieres conocer todos los recursos que se ofrecen para trabajar esta campaña?

Pulsa en los siguientes enlaces:

Accede a la revista al completo: ILUMINARÉ.
Accede a la oración de este año.
Accede a todos sus materiales.

Infancia Misionera eres tú.

Pero también son los niños de otros países que cuentan al mundo que Jesús es nuestro amigo.

Y entre hermanos nos ayudamos todos.

Rezamos, vivimos como Jesús y compartimos nuestros dones.

Es hermoso que los niños, desde pequeños, puedan contar a sus amigos la historia de Jesús.

Y que puedan aprender a pensar en las personas, en los pueblos y mundos lejanos, por los que también ellos puedan rezar alguna oración o hacer una pequeña ofrenda.

Los misioneros pueden cambiar la vida de muchas personas.

Ayúdales  a que puedan seguir desarrollando su labor en las misiones.

¡Tu donativo es importante!

¡Los niños del mundo te necesitan! ¿Colaboras? ¡Dale click!
II Domingo del Tiempo Ordinario

Primera lectura

Lectura del Libro de Samuel

(3, 3b-10.19)

En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde se encontraba el Arca de Dios. Entonces el Señor llamó a Samuel. Este respondió:
«Aquí estoy».
Corrió adonde estaba Elí y dijo:
«Aquí estoy, porque me has llamado».
Respondió:
«No te he llamado. Vuelve a acostarte».
Fue y se acostó.
El Señor volvió a llamar a Samuel.
Se levantó Samuel, fue adonde estaba Elí y dijo:
«Aquí estoy, porque me has llamado».
Respondió:
«No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte».
Samuel no conocía aún al Señor, ni se le había manifestado todavía la palabra del Señor.
El Señor llamó a Samuel, por tercera vez. Se levantó, fue adonde estaba Elí y dijo:
«Aquí estoy, porque me has llamado».
Comprendió entonces Elí que era el Señor el que llamaba al joven. Y dijo a Samuel:
«Ve a acostarte. Y si te llama de nuevo, di: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”».
Samuel fue a acostarse en su sitio.
El Señor se presentó y llamó como las veces anteriores:
«Samuel, Samuel».
Respondió Samuel:
«Habla, que tu siervo escucha».
Samuel creció. El Señor estaba con él, y no dejó que se frustrara ninguna de sus palabras.

Salmo

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito.
Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios. R/.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios;
entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.

«-Como está escrito en mi libro-
para hacer tu voluntad.
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas». R/.

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios

(7, 29-31)

Hermanos:
El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Y Dios resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros con su poder.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor es un espíritu con él.
Huid de la inmoralidad. Cualquier pecado que corneta el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros y habéis recibido de Dios?
Y no os pertenecéis, pues habéis sido comprados a buen precio. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!

Evangelio del día

Lectura del SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN

(1, 35-42)

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:
«Este es el Cordero de Dios».
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:
«Qué buscáis?».
Ellos le contestaron:
«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».
Él les dijo:
«Venid y veréis».
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)».
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)».

NOCHE ALTERNATIVA 2024

La Delegación de Juventud organiza esta actividad de carácter formativo, dinámico y festivo.

Este año la cita será en el Seminario San José el viernes 19 de enero de 20 a 23 h.

 Los destinatarios son los adolescentes entre 12 y 17 años.

Una noche diferente para reflexionar, divertirse y rezar sobre: “El cuidado de la Casa Común.”

Si previamente quieres profundizar sobre ella, puedes descargarte el material elaborado.

¡Haz click aquí!

La inscripción puede hacerse online hasta el 17 de enero a través del siguiente enlace: https://forms.office.com/e/QMMKMQj2Yx

Su precio es de 2 €.

¿Te apuntas?

¡QUERIDOS REYES MAGOS!

Los Reyes Magos de Oriente llegaron hasta nuestra Parroquia el pasado día seis de enero, fiesta de la Epifanía del Señor.

SS.MM. Melchor, Gaspar y Baltasar; como cada año no faltan a la cita; después de una noche dura y fría repartiendo ilusión y regalos a todos los niños y niñas.

¡Qué honor!

Durante la celebración participaron leyendo las lecturas y nos dirigieron unas palabras en la homilía.

¡Pero eso no fue todo!

Al finalizar la Eucaristía, mientras los feligreses se acercaban a adorar al Niño Jesús, sus majestades hicieron entrega a los niños y niñas de un cono de chuches y a los adultos de una bolsita de caramelos.

Los Reyes siguieron una estrella. Tenían hambre de Dios y un espíritu inquieto que los llevó a encontrarse con el rostro del Niño Jesús.

Durante su búsqueda, preguntaron por el camino al Rey Herodes y a todo el que se encontraban. Aunque, eran sabios también supieron pedir ayuda cuando la necesitaron.

Cada uno de ellos trajo a Jesús un regalo especial. Todos nosotros tenemos algo valioso para ofrecer y compartir con el mundo. El oro, el incienso y la mirra nos recuerdan que dar con generosidad y de corazón es una parte importante de la vida.

Ojala nosotros sepamos celebrar como sus Majestades la llegada de Jesús: con alegría” y descubrir en los ojos de cada persona a ese recién nacido que siempre está a nuestro lado.

"Y cayendo de rodillas le adoraron." (Mt. 2, 1-12)

Y como es costumbre, al terminar, fotos y fotos con los invitados de honor.

¡Gracias por venir a visitarnos!

¡Hasta el año que viene!

IMPULSADO POR LA FUERZA DEL ESPÍRITU

Este año, el día siguiente a Epifanía, es domingo. Por tanto, celebramos la fiesta del bautismo del Señor. Así concluye el ciclo Navidad. El día siguiente, lunes día 8 de enero, comienza el llamado tiempo ordinario del año litúrgico.

En la Fiesta del Bautismo del Señor hacemos memoria de un momento importante en la vida de Jesús antes de comenzar su vida pública. Jesús se acercó al río Jordán donde Juan Bautista estaba bautizando. En solidaridad con todos los que recibían el agua del bautismo, se presentó ante Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciendo: “Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?”. Jesús le contestó: “Conviene que así cumplamos toda justicia”. Y le bautizó. “Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco”.

Tan importante es este momento que se hacen presentes las tres personas de la Santísima Trinidad: el Padre a través de la voz del cielo, el Hijo Jesús que recibe el agua del bautismo, y el Espíritu Santo que bajó en forma de paloma y se posó sobre Jesús. A partir de este momento, Jesús se mueve y actúa constantemente impulsado por la fuerza del Espíritu de Dios. De hecho, vemos en los evangelios que, después del bautismo, comienza su vida pública, comienza a realizar su misión entre los hombres impulsado por el Espíritu. Lo vemos sobre todo en san Lucas: “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando…” (Lc 4, 1). “Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu” (Lc 4, 14). “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido, me ha enviado a evangelizar…” (Lc 4, 18).

Ahora se entienden mejor las palabras de Juan Bautista en el evangelio: “Yo bautizo con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo”. De hecho, en este día del bautismo de Jesús, estamos invitados a renovar nuestro bautismo con el agua bendita al comienzo de la misa, con las promesas del bautismo después del evangelio y sobre todo con el compromiso bautismal después de la comunión. Sobre cada uno de nosotros se oye la voz del cielo que nos dice: “Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco”. También nosotros, ungidos con la fuerza del Espíritu en el bautismo y sobre todo en la confirmación, hemos de “pasar por la vida haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal”, como dice la segunda lectura de la misa hablando de Jesús.

Dios Padre misericordioso, por el bautismo he sido hecho hijo tuyo al estilo de tu Hijo Jesús. Las palabras que pronunciaste sobre él en el bautismo del Jordán, las pronunciaste también sobre mí cuando fui bautizado de niño. Y también me ungiste con el Espíritu Santo para pasar por la vida haciendo el bien como Jesús. Por eso en este día del Bautismo del Señor, mi oración se dirige a tu Hijo Jesús para decirle:

Jesús, hazme sentir cada día el amor tan grande que me tienes, hazme percibir que me proteges, que me cuidas, que no dejas de enviarme tu Espíritu Santo para guiarme y fortalecerme en mi día a día. Ayúdame constantemente a quitar de mi corazón todo egoísmo y maldad que puedan alejarme de ti y de tu plan y voluntad sobre mí. Jesús, te entrego mi pequeñez, mi nada, mi fragilidad, para que hagas con ella lo que quieras. Señor, ayúdame a seguirte fiel en tu camino. Y ese mismo amor que sientes por mí, esa misma confianza que tienes por mí, esa misericordia que derrochas sobre mí, esa misma paciencia que tienes conmigo… ayúdame a entregarla a los demás, para ser así, testimonio de Ti, y hacer fecundo el agua de mi Bautismo.

PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:

  1. ¿Por qué Jesús quiso ser bautizado por Juan Bautista si no tenía ninguna necesidad de ser bautizado? Porque el bautismo nos hace hijos de Dios y Jesús es el Hijo de Dios por excelencia; el bautismo nos purifica de todo pecado, y Jesús es todo gracia desde el principio. Entonces ¿por qué fue bautizado por el Bautista?
  2. ¿Qué hace en nosotros el bautismo? ¿Puedes explicar los efectos más importantes que realiza en nosotros el bautismo? Dicho con otras palabras: ¿Qué diferencia hay entre un niño bautizado y un niño no bautizado?
  3. ¿Puedes concretar lo que significa en el bautismo el rito del agua, el rito de la unción con el óleo de catecúmenos y la unción con el santo crisma, el rito de la vela y el de la vestidura blanca?
El Bautismo del Señor

Primera lectura

Lectura del Libro de Isaías

(55, 1-11)

Esto dice el Señor:
–Sedientos todos, acudid por agua;
venid, también los que no tenéis dinero:
comprad trigo y comed, venid y comprad,
sin dinero y de balde, vino y leche.
¿Por qué gastar dinero en lo que no alimenta
y el salario en lo que no da hartura?
Escuchadme atentos y comeréis bien,
saborearéis platos sustanciosos.
Inclinad vuestro oído, venid a mí:
escuchadme y viviréis.
Sellaré con vosotros una alianza perpetua,
las misericordias firmes hechas a David:
lo hice mi testigo para los pueblos,
guía y soberano de naciones.
Tú llamarás a un pueblo desconocido,
un pueblo que no te conocía correrá hacia ti;
porque el Señor tu Dios,
el Santo de Israel te glorifica.
Epílogo: repatriación y conversión
Buscad al Señor mientras se deja encontrar,
invocadlo mientras está cerca.
Que el malvado abandone su camino,
y el malhechor sus planes;
que se convierta al Señor, y él tendrá piedad,
a nuestro Dios, que es rico en perdón.
Porque mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos
–oráculo del Señor–.
Cuanto dista el cielo de la tierra,
así distan mis caminos de los vuestros,
y mis planes de vuestros planes.

Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo,
y no vuelven allá sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que cumplirá mi deseo
y llevará a cabo mi encargo.

Salmo

Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.

«Él es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación».
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.

«Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso». R/.

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sion,
porque es grande en medio de ti el Santo de Israel. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan

(5, 1-9)

Queridos hermanos:
Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama al que da el ser ama también al que ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
Pues en esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos.
Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es el que vino por el agua y la sangre: Jesucristo. No solo en el agua, sino en el agua y en la sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre, y el testimonio de los tres es único. Si aceptamos el testimonio humano, mayor es el testimonio de Dios. Pues este es el testimonio de Dios, que ha dado testimonio acerca de su Hijo.

Evangelio del día

Lectura del SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

(1, 6b-11)

En aquel tiempo, proclamaba Juan:
«Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».

Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.

Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos:
«Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco».

EL CUARTO REY MAGO

6 de enero: Fiesta de los Reyes Magos. Más bien, fiesta de Epifanía. Es el título que le da la Iglesia en la liturgia del día. ¿Por qué? Porque celebramos la manifestación de Dios a los hombres en la persona de Jesús, el Hijo de Dios encarnado. Y eso significa Epifanía, manifestación.

La luz de la estrella de Belén quiere iluminar la vida de los hombres, no sólo de los que ya conocen la luz de Cristo, sino también de pueblos lejanos representados por los Magos de Oriente, que aún no le conocen. “Las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos; pero sobre ti amanecerá el Señor y su gloria se verá sobre ti. Caminarán los pueblos a tu luz”.  

Los Magos se dejaron guiar por la luz de la estrella, incluso cuando se encontraron con las malas intenciones de Herodes, y se les ocultó la estrella. Pero siguieron buscando, como ejemplo de que no hay que rendirse nunca ante la búsqueda de la verdad. Y la estrella volvió a guiarlos “hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría”.

Dos gestos de los Magos merecen nuestra atención: la adoración y la ofrenda de regalos. Sobre la adoración, dice el evangelio: “Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron”. La adoración sólo se hace ante Dios. Quiere decir que reconocen en el niño Jesús la presencia de Dios. Y sobre la ofrenda, añade el evangelio: “Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra”. Por ser tres los regalos, la tradición de la Iglesia ha considerado que eran tres los Magos de Oriente. El simbolismo que encierran los tres regalos está claro. Con palabras del Papa sabio Benedicto XVI, “la tradición de la Iglesia ha visto representados en los tres dones tres aspectos del misterio de Cristo: el oro haría referencia a la realeza de Jesús, el incienso al Hijo de Dios y la mirra al misterio de su Pasión” (La infancia de Jesús, pág. 112).

Reyes que venís por ellas, no busquéis estrellas ya, porque donde el sol está, no tienen luz las estrellas.

Mirando sus luces bellas, no sigáis la vuestra ya, porque donde el sol está, no tienen luz las estrellas.

Aquí parad, que aquí está quien luz a los cielos da: Dios es el puerto más cierto, y si habéis hallado puerto, no busquéis estrellas ya.

No busquéis la estrella ahora: que su luz ha oscurecido este Sol recién nacido en esta Virgen Aurora.

Ya no hallaréis luz en ellas, el Niño os alumbra ya, porque donde el sol está, no tienen luz las estrellas.

Oh Dios, Padre bueno, te damos gracias porque hoy has revelado en Cristo,tu Hijo, para luz de los pueblos, el verdadero misterio de nuestra salvación; y al manifestarse Cristo en nuestra carne mortal –Epifanía- nos renovaste con la gloria de su inmortalidad.

EL CUARTO REY MAGO:

Hay una leyenda que, sin ser parte de la Revelación, nos enseña lo que Dios espera de nosotros.

Se cuenta que había un cuarto Rey Mago, que también vio brillar la estrella sobre Belén y decidió seguirla. Como regalo pensaba ofrecerle al Niño un cofre lleno de perlas preciosas. Sin embargo, en su camino se fue encontrando con diversas personas que iban solicitando de su ayuda.

Este Rey Mago las atendía con alegría y diligencia, e iba dejándoles una perla a cada uno. Pero eso fue retrasando su llegada y vaciando su cofre. Encontró muchos pobres, enfermos, encarcelados y miserables, y no podía dejarlos desatendidos. Se quedaba con ellos el tiempo necesario para aliviarles sus penas y luego proseguía su marcha, que nuevamente era interrumpida por otro desvalido.

Sucedió que cuando por fin llegó a Belén, ya no estaban los otros Magos y el Niño había huido con sus padres hacia Egipto, pues el Rey Herodes quería matarlo. El Rey Mago siguió buscándolo, ya sin la estrella que antes lo guiaba.

Buscó y buscó y buscó… y dicen que estuvo más de treinta años recorriendo la tierra, buscando al Niño y ayudando a los necesitados. Hasta que un día llegó a Jerusalén justo en el momento que la multitud enfurecida pedía la muerte de un pobre hombre. Mirándolo, reconoció en sus ojos algo familiar. Entre el dolor, la sangre y el sufrimiento, podía ver en sus ojos el brillo de aquella estrella. Aquel miserable que estaba siendo ajusticiado era el Niño que por tanto tiempo había buscado.

La tristeza llenó su corazón, ya viejo y cansado por el tiempo. Aunque aún guardaba una perla en su bolsa, ya era demasiado tarde para ofrecérsela al Niño que ahora, convertido en hombre, colgaba de una Cruz. Había fallado en su misión. Y sin tener a dónde más ir, se quedó en Jerusalén para esperar que llegara su muerte.

Apenas habían pasado tres días cuando una luz aún más brillante que mil estrellas llenó su habitación. ¡Era el Resucitado que venía a su encuentro! El Rey Mago, cayendo de rodillas ante Él, tomó la perla que le quedaba y extendió su mano mientras hacía una reverencia. Jesús le tomó tiernamente y le dijo:

“Tú no fracasaste. Al contrario, me encontraste durante toda tu vida. Yo estaba desnudo, y me vestiste. Yo tuve hambre, y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve preso, y me visitaste. Pues yo estaba en todos los pobres que atendiste en tu camino. ¡Muchas gracias por tantos regalos de amor! Ahora estarás conmigo para siempre, pues el Cielo es tu recompensa.”

La historia no requiere explicación… nosotros somos el cuarto Rey Mago y Jesús espera que le encontremos en cada persona necesitada que se cruce en nuestro camino… Mañana termina el tiempo litúrgico de la Navidad… pero deseo que la Epifanía –Dios que se manifiesta en Jesús y Jesús que se manifiesta en el prójimo-ese encuentro con Jesús que vive en cada hermano y hermana que sufre, nos acompañe durante todos los días de este año que ha comenzado.

PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:

  1. Estos días de Navidad, en los textos de la liturgia, aparece constantemente la alegría. En el evangelio de hoy, “al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría”; en la misa de Nochebuena “una luz les brilló, acreciste la alegría, aumentaste el gozo”; y también “os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo”. Pregunta: ¿En qué sentido vivir nuestra fe de verdad es motivo de alegría? Vivir la religión ¿nos ayuda a ser felices?
  2. A la luz de la reflexión anterior sobre la fiesta de Epifanía ¿qué tendríamos que corregir en todo lo referente a los Reyes Magos, los regalos y todo el entorno comercial que acompaña a esta fiesta?
  3. “Le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra”.¿Cuáles pueden ser nuestros regalos que más agraden a Dios?