II DOMINGO DE PASCUA -2023-

¡JESÚS RESUCITÓ!

¡ÉL VIVE HOY!

Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 19-31

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Palabra de Dios.

ÉL SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS

PRUEBA DE ELLO...

Francisco Javier Pérez Illera

Javier es un sacerdote, de 48 años.

Ejerció su ministerio durante 15 años en nuestra parroquia de San Pedro de la Fuente del 2000 al 2015.

Después en Salas de los Infantes 7 años.

Actualmente es Rector del Seminario de San José.

En esta semana de Pascua en la que celebramos la Resurrección de Jesús, dinos si Jesús es para ti alguien que vive y te relacionas con él. ¿Quién es Jesús para ti?

No puedo dudar de que Jesús está vivo porque he experimentado su amor hacia mí. No tiene en cuenta mis defectos ni si le he traicionado en tantas ocasiones, al contrario, me ama incondicionalmente. No he conocido una misericordia y un amor como el suyo. Esto es algo tan grande que te supera y no puedes dejar de agradecerlo. Por eso Jesús desde entonces es el centro de mi vida.

¿En qué momentos y cómo se manifiesta esa relación con Jesús en tu vida?

Como Jesús está en el centro de mi vida intento que esto sea real en mi comportamiento. Por eso le dedico varios momentos a lo largo del día con el rezo de la liturgia de las horas (es orar por la mañana –laudes-, tarde –vísperas- y noche –completas- con los mismos salmos que recitó Jesús y otras oraciones) y sobre todo con la celebración de la Eucaristía. Cuanto más cuido esta relación con Jesús más capacidad tengo de parecerme a Él y de descubrirle en los demás.

¿Qué consecuencias tiene en tu vida esta fe o creencia en Jesús que vive?

En mi caso puedo afirmar que si no tuviera fe en Jesús no sería sacerdote. Después de experimentar su amor y misericordia he sentido su llamada a seguirle en la misión sacerdotal y le he respondido que sí. Este seguimiento lleva consigo estar siempre disponible sin mirar por uno mismo y vivir en consecuencia el estilo de vida del mismo Jesús.

¿Qué le dirías a uno que no cree en esta verdad de fe: no cree que Jesús, como hombre que fue igual que nosotros, resucitó y vive?

Le diría que haga un esfuerzo por pararse a pensar en silencio sobre la maravilla de la creación, la naturaleza, la persona humana… Después que trate de buscar a Dios en aquel grupo de personas que vivan con coherencia su fe y experimente con ellos un encuentro con Jesús. Que sea valiente y no tenga miedo. La felicidad que va a sentir es lo más grande que haya vivido jamás.