PREPARAD LOS CAMINOS

Nos respondíamos la semana pasada que es necesario el Adviento a pesar, o más bien precisamente por, la infinidad de realidades que nos anticipan las navidades. Muchas de ellas desvirtúan el sentido profundo que nos lleva a hacer fiesta: Dios se hace hombre.

Hoy se hacen especialmente presentes dos figuras del Adviento: Isaías y San Juan Bautista. Los dos nos invitan a “preparar los caminos”, “allanar”, “rellenar los barrancos”, “enderezar las sendas”… En definitiva, a tomar conciencia de qué está gobernando nuestra vida y hasta qué punto nos conduce a Dios y hace ya presente entre nosotros su Reino.

A tenor de los dos párrafos anteriores, nace en mí un nuevo interrogante: ¿Quién realiza hoy la tarea de Juan Bautista y de Isaías? ¿Quién grita la necesidad de allanar los caminos, de quitar el envoltorio que nos oculta la Navidad, que nos oculta a Dios?

¿Tarea de todos los que están despiertos?

Preparemos los caminos -ya se acerca el Salvador-
y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor.
Ven, Señor, a libertarnos, ven tu pueblo a redimir;
purifica nuestras vidas y no tardes en venir.
El rocío de los cielos sobre el mundo va a caer,
el Mesías prometido, hecho niño, va a nacer.
De los montes la dulzura, de los ríos leche y miel,
de la noche será aurora la venida de Emmanuel.
Te esperamos anhelantes y sabemos que vendrás;
deseamos ver tu rostro y que vengas a reinar.
Consolaos y alegraos, desterrados de Sión,
que ya viene, ya se acerca, él es nuestra salvación.

Himno-Oración “Preparad el Camino al Señor”.

PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:

  1. “Preparad el camino del Señor”. De cara a la Navidad que se acerca, además de preparar el Belén, las comidas y cenas, el vestido y las visitas ¿me ocupo y preocupo de preparar mi interior para que Jesús Niño pueda nacer también en mi corazón?
  2. “Que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale”. En la relación con mi prójimo, con mis familiares y conocidos ¿estoy dispuesto a hacer lo posible para que “lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale”? La Navidad hace brotar el amor entre nosotros.
  3. “Yo os bautizo con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo”. El Hijo de Dios se ha hecho hombre para que nosotros, personas humanas, podamos hacernos y ser de verdad hijos de Dios gracias al bautismo en el Espíritu Santo. ¿Cómo he de manifestar esta verdad en mi vida, sobre todo en este tiempo de Navidad?