VIERNES DE DOLORES CUARESMA 2023

Evangelio del día

Lectura del Santo Evangelio según san Juan 10, 31-42

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Él les replicó:
«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».
Los judíos le contestaron:
«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».
Jesús les replicó:
«¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.
Muchos acudieron a él y decían:
«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».
Y muchos creyeron en él allí.

Palabra de Dios.

Reflexión

En ocasiones, en muchas ocasiones, nos resulta  más cómodo afear la imagen del justo que tratar de imitarle corrigiendo nuestro comportamiento.

Mucho más fácil llamar “empollón” al que destaca en los estudios que estudiar en serio, apedrear al Hijo de Dios que comprometernos en vivir como verdaderos hijos de Dios.

*

¿Tus proyectos son los de Jesús?

Nuestras obras deben dar testimonio, al igual que hizo Jesús, con el fin de llevar a cabo el proyecto de Dios en nuestro mundo.

Se acerca la Pascua, acompaña este Viernes de Dolores a María en su sufrimiento ante la dolorosa muerte de su Hijo en la cruz.

Oración

Señor Jesús, una vez más aparece en el evangelio el enfrentamiento con los judíos, hasta el punto de que quieren apedrearte.

La acusación es bien clara.

Te acusan de “blasfemia, porque tú, siendo un hombre, te haces Dios”.

Evidentemente es una causa religiosa que afecta a la identidad de Jesús, que, siendo hombre, eres al mismo tiempo Dios.

“Vosotros decís que blasfemo, porque he dicho que soy Hijo de Dios. Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero, si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre”.

Intentaron de nuevo detenerte, pero aún no había llegado tu hora. Es más, muchos acudieron a ti y decían: “Lo que Juan (el Bautista) dijo de éste, era verdad”.

Y entonces otros muchos creyeron en ti. Señor Jesús, bien sabes que somos débiles y a veces no somos coherentes con nuestra fe.

En este viernes de dolores te pedimos que aumentes nuestra fe y nuestro amor, porque deseamos vivir con devoción esta Semana Santa y celebrar con alegría la Pascua de Resurrección.

Amén.