17 Marzo Calendario Cuaresma
Evangelio del día
Lectura Evangelio según según san Lucas 16,19-31
«Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico… pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. «Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: «Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.» Pero Abraham le dijo: «Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros.» «Replicó: «Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento.» Díjole Abraham: «Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan.» El dijo: «No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán.» Le contestó: «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite.»
Palabra del Señor.
Reflexión
¿Cierro mis ojos o desvío mi mirada ante la necesidad de alguien? ¿Cuál es esa puerta que no me permite ver la situación difícil de mi prójimo? ¿Hacia qué lado se inclina mi corazón: hacia el querer poseer riquezas o hacia el desprendimiento? ¿Cómo estoy construyendo mi vida eterna?. La Palabra me invita a examinar mi vida, mis comportamientos, y a tener un verdadero arrepentimiento de mis acciones, reconociendo que Jesús esta en cada una de las personas con que me relaciono en el día a día.
Oración
Señor mío, me examino y me reconozco enfermo, he dejado que el pecado de la indiferencia toque mi puerta y le he permitido entrar, Señor multiplica el amor en mi corazón para que pueda ver con compasión a todas las personas a mi alrededor, dejando a un lado el egoísmo y centrándome en servirte con misericordia a través de las necesidades de mi prójimo y contrayendo una vida eterna agradable a tus ojos.
Amén.