¡HÁGASE!

Conscientes de la necesidad de que Dios forme parte de nuestra vida, venimos preparando con ilusión y esfuerzo sus caminos. Avivando nuestra esperanza hemos visto acrecentarse, a un tiempo, nuestra alegría.

Con la Navidad a las puertas, un último esfuerzo. Quizá el más complicado: confiar en él.

Es fácil conocer, a veces también identificarse, con alguna persona que cuando va al médico, lejos de escucharle y atender sus consejos, le dice cuál es su autodiagnóstico y el tratamiento que le debe recetar. La respuesta-pregunta del médico suele ser ¿para qué ha venido usted?

Traigo a colación esta imagen buscando que no nos pase lo mismo con la Navidad. Dios se hace presente en nuestra vida, queremos que la transforme, pero no siempre le dejamos. A lo sumo tratamos de que cumpla nuestros deseos, de que esté a nuestro servicio.

Hoy ponemos nuestra mirada en María. Escuchamos de sus labios “hágase en mí su palabra”. Aprendemos de ella a confiar en Dios, a dejarle hacer. Con ella damos sentido y llenamos de contenido unas palabras que, atendiendo a las enseñanzas de Jesús, acostumbramos a repetir cotidianamente: “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.

Os anunciamos, hermanos, una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo.

Escuchadla con corazón gozoso.

Habían pasado miles y miles de años desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra e hizo al hombre a su imagen y semejanza; y miles y miles de años desde que cesó el diluvio y el Altísimo hizo resplandecer el arco iris, signo de alianza y de paz.

En el año 752 de la fundación de Roma; en el año 42 del imperio de Octavio Augusto, mientras sobre toda la tierra reinaba la paz, hace 2023 años, en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel, ocupado entonces por los romanos, en un pesebre de una cueva de Belén, porque no tenían sitio en la posada, de María Virgen, esposa de José, de la casa y familia de David, nació Jesús, Dios eterno,

Hijo del eterno Padre y hombre verdadero, llamado el Mesías, Cristo, que es el Salvador que los hombres esperaban.

Es el acontecimiento más importante de la historia que ha dividido la historia en dos: antes y después de Cristo.

Dios se hace hombre y nace niño en Belén.

“Pregón de Navidad”.

PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:

  1. ¿Sabrías explicarnos por qué este Niño, siendo Dios, quiso nacer de la forma más humilde, de una familia desconocida, en un pequeño pueblo del extrarradio del imperio romano, y en condiciones realmente pobres? Porque está claro que, siendo Dios, podía haber escogido otro modo de vida.
  2. ¿Sabes que Jesús nació unos seis años antes del año 0? Cuando se fijó la fecha del nacimiento, muchos años después, no se tuvo en cuenta que Herodes, el que dio muerte a los niños inocentes, murió cuatro años antes del año 0. Luego Jesús tuvo que haber nacido antes. El hecho importante es que Dios se hace hombre, entra a formar parte de la historia humana. Por eso querer prescindir de Dios y organizar la vida y la historia como si Dios no existiera, va en perjuicio de la vida los hombres. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación? ¿Qué explicación tiene para ti?
  3. “El Verbo era Dios… Y el Verbo se hizo carne…” El Hijo de Dios se hizo hombre para que nosotros, personas humanas, pudiéramos ser hijos de Dios: “A cuantos lo recibieron, les dio poder para ser hijos de Dios, a cuantos creen en su nombre”. ¿Qué puedo hacer para fortalecer esta fe en Jesucristo que es “camino, verdad y vida” para los hombres? ¿cómo celebrar la Navidad para que esto sea verdad en mi vida?