VIERNES DE DOLORES ‘CUARESMA 2025’
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según SAN Juan
(10, 31-42)
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Él les replicó:
«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».
Los judíos le contestaron:
«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».
Jesús les replicó:
«¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.
Muchos acudieron a él y decían:
«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».
Y muchos creyeron en él allí.
Palabra de Dios.
Reflexión
Las palabras y obras de Jesús, son el testimonio vivo del modo de ser de Dios.
Solo teniendo los ojos limpios y libres de filtros y prejuicios, reconoceremos su amor y misericordia en sus palabras y, más aún en sus obras.

¿Con qué actitud me dispongo a vivir la Semana Santa?
En este Viernes de Dolores rezamos y acompañamos a María en su dolor meditando sobre lo que quiere realmente Dios de nosotros sin olvidar a aquellos que sufren y que pasan verdadera necesidad; mientras procesionamos su imagen por las calles de nuestro barrio San Pedro de la Fuente.
“Dame tu mano, María,/ la de las tocas moradas;/ clávame tus siete espadas/ en esta carne baldía./ Quiero ir contigo a la impía/ tarde negra y amarilla./ Aquí, en mi torpe mejilla,/ quiero ver si se retrata/ esa lividez de plata,/ esa lágrima que brilla”.
Con estos versos de oración hemos comenzado, Virgen María, estos cinco días dedicados a ti, como Virgen de Dolores. Te hemos rezado a lo largo de este quinario en solidaridad contigo por aquella espada que atravesó tu alma, según la profecía del anciano Simeón; y en solidaridad con los sufrimientos de todos tus hijos que cargan con la cruz de cada día.
Hoy, en este viernes de Pasión, vamos a procesionar con tu imagen de la Virgen de los Dolores por las calles de nuestro barrio San Pedro de la Fuente. Queremos acompañarte, como peregrinos de la esperanza, seguros de que tu presencia entre nosotros es motivo de paz y bien para cuantos te invocamos con fe.
Con esta procesión nos disponemos a entrar en la Semana Santa, agarrados de tu mano, para acompañar en el camino de la Cruz a tu Hijo Jesús, que es nuestro Dios y Señor. Aumenta nuestra fe y nuestro amor para poder decirle, como tú: “Hágase en mí según tu palabra”, es decir, “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Contigo, Virgen María, y con amor y fe en tu Hijo Jesús, el peso de la cruz se aligera y siempre hay detrás un rayo de esperanza.
Termino esta plegaria con más versos de oración a ti, Virgen de los dolores:
“A ti doncella graciosa,/ hoy maestra de dolores,/ playa de los pecadores,/ nido en que el alma reposa,/ a ti ofrezco, pulcra rosa,/ las jornadas de esta vía./ A ti, Madre, a quien quería/ cumplir mi humilde promesa./ A ti, celestial princesa,/ Virgen sagrada María.
Amen.