¡Qué bueno es sentirse perdonado!

Este jueves un total de 44 niños y niñas que van a recibir este año la Primera Comunión se han acercado por primera vez al sacramento de la reconciliación.

"He pecado contra el cielo y contra ti" (Lc. 15, 11-32)

Sólo cuando nos miramos al espejo nos damos cuenta de cómo estamos.

Hacerlo por dentro quizá sea más difícil.

También nosotros necesitamos examinarnos, ver lo que Jesús nos pide y pensar.

La mirada de Dios no juzga ni prejuzga: ésta libera y sana.

Siempre se alegrará de que nos dejemos perdonar.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu amor no se acaba.

Tu nos perdonas siempre, nos llenas de cariño y de ternura, no te cuesta hacer las paces ni te dejas llevar por el rencor.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu amor no se acaba.

Como los padres son tiernos con sus hijos, lo mismo nos tratas, Padre, tú a nosotros, más grande que los cielos y la tierra es el amor que tienes a los que te queremos.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu amor no se acaba.

¡Gracias Señor por querernos tanto!